sábado, 7 de abril de 2007

Emociones II

11 de Enero de 2007

Emociones II

Muchas veces llega a parecer extraño como después de tantas experiencias, después de tantos sentimientos y después de tanto torbellino de pensamientos que pasan por tu mente, de repente te das cuenta de que eres tu sólo y nadie más, el que se tiene a si mismo. No es que esté quejándome de mi soledad progresiva, sino que siento el deseo de compartir mi vida solitaria, junto con alguien más.

Ahora que se ha ido la mujer que yo amaba, en mis ratos libres procuro no sentirme nostálgico, cosa que muy pocas veces logro, el simple hecho de saber que algún día la podría ver, que algún día podría abrazarla y escuchar su voz, era para mi un gran estímulo que llegó cuando para mi no tenía la vida otro relieve que no fuera el académico; llegó justamente en un momento de transición, crucial en la vida de todo ser humano, pero fundamentalmente de la mía.

Siempre estuve emparentado con las emociones humanas, los sentimientos de las demás personas antes de conocerla a ella, pero en aquel entonces mi idea de un sentimiento era tan limitada y no tenía grado de comparación esa vaguedad imaginativa, respecto de lo que se puede vivir en carne propia.

Este día,a la vez que siento la necesidad de poder dar a alguien todo lo que en mi hay, existe un acrecentamiento de la necesidad de soledad; son dos sentimientos que se contradicen, pero así es, así están coexistiendo, y no puedo negarlos ni reprimirlos.

Hoy debo aceptar que estoy triste, los recuerdos bombardean mi mente, ahora no vivo más que de ellos.
Creo que ahora se debe encontrar otra ilusión una razón más para la cual estar despiertos, por la cual soñar y salir adelante.
" El hombre que no vive para servir, no sirve para vivir ", en estos momentos es cuando más puedo vislumbrar el significado de esa frase, es ahora cuando me percato totalmente de la necesidad que tienen ,los seres humanos de dar, cuando está en sus manos, lo que les nazca.

Hoy estoy triste, no hay por qué negarlo, la vida se ve tan diferente, la gente indiferente, no me place congeniar, al menos por hoy, con nadie más. Un mundo cada vez más indiferente, rezagado, es mi mundo, vivo aquí.
Los recuerdos me entristecen, pero me hacen valorar.

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